ImplantaciĆ³n a varias velocidades de la Catequesis Familiar

Las circunstancias de cada parroquia o colegio pueden condicionar el grado de implantaciĆ³n de la Catequesis Familiar. En ocasiones resulta complicado contar con catequistas familiares o la propuesta a las familias requiere tiempo para ser asumida por un nĆŗmero suficiente de personas.

En cualquier caso, conviene tener claro el objetivo final, que consiste en poner en marcha una catequesis de padres coordinada con la catequesis de iniciaciĆ³n cristiana de sus hijos. Y este es el objetivo porque asĆ­ lo sugiere el Directorio General para la Catequesis (cfr. puntos 227 y 232), cuya enseƱanza tiene un rango magisterial (ref.Ā https://www.conferenciaepiscopal.es/documentos-sobre-catequesis/). No se podrĆ” conseguir nunca si no lo tenemos presente como meta a corto, medio o largo plazo.

Una posible soluciĆ³n a los problemas que hay que resolver antes de llegar a esa meta consiste en considerar que la CF se puede implantar a varias velocidades, incluso dentro de una misma clase. La propuesta de la fe es precisamente una propuesta, que se ha de plantear como tal a las familias (los padres) y el grado de respuesta suele ser diverso. Quienes advierten que, en efecto, vale la pena acudir a reuniones semanales / quincenales / mensuales, lo harĆ”n. Otros no lo harĆ”n.

ĀæCuĆ”les serĆ­an los niveles o pasos que se pueden seguir hasta poner en marcha la Catequesis Familiar? Los siguientes conceptos son un ejercicio de imaginaciĆ³n para adaptarse a diversos terrenos: no es una secuencia que se deba seguir ni recomendamos partir del nivel mĆ”s bajo:

  1. MĆ­nimo: seleccionar unos puntos de los cuadernillos de actividades que los padres deberĆ­an hacer con sus hijos. La explicaciĆ³n se encuentra en los contenidos multimedia, a los que los padres tienen libre acceso por cuenta propia, sin ningĆŗn tipo de seguimiento ni ayuda.Ā No hay reuniones regulares establecidas.
    – Algo es, pero no se puede calificar como ā€œcatequesis de adultosā€, que es lo que el DGC sugiere.
  2. Intermedio bajo: seleccionar unos puntos de los cuadernillos y de los temas multimedia dirigidos a los padres,Ā sin que necesiten acudir a reuniones. Se lleva a cabo un seguimiento para animarles y ayudarles en lo posible.
    – La propuesta es un poco mĆ”s ambiciosa que la del nivel anterior, pero sigue sin ser una catequesis de adultos.
  3. Intermedio alto: los temas yĀ las actividades para niƱos se trabajan en reuniones -semanales, quincenales o mensuales-Ā para el conjunto de la clase.
    – Ā”Estupendo!, aunque sigue sin ser una catequesis para adultos.Ā 
  4. Avanzado: los temas y actividades para niƱos se trabajanĀ en grupos pequeƱos y hay personas que tratan a esos padres.
    – Esto sĆ­ es catequesis de adultos.Ā Con grupos reducidos resulta fĆ”cil mantener una metodologĆ­a participativa, que requiere la aplicaciĆ³n de tĆ©cnicas sencillas. SerĆ­a ilusorio pensar que el 100% de los padres pueden entrar en esta categorĆ­a. QuizĆ”s haya que contentarse con un 30%, por ejemplo, pero no deberĆ­amos dejar de proponerlo a esa minorĆ­a de familias dispuestas a afrontar el reto.

En definitiva, ante la aparente imposibilidad prĆ”ctica de implantar la Catequesis Familiar en su nivel mĆ”s avanzado, cabe la opciĆ³n de cubrir las diversas sensibilidadesĀ con los mismos materiales, sin dejar de ofrecer la que la Iglesia propone como Ć³ptima, a la que se apuntarĆ” posiblemente una minorĆ­a. Con el tiempo, esa minorĆ­a puede pasar a mayorĆ­a si lo hacemos bien.

Esquema Ā«Niveles de implantaciĆ³nĀ» en PDF