La autƩntica amistad en el camino hacia Cristo.
Ā«Caminar conĀ», lo que comĆŗnmente se denomina Ā«acompaƱamientoĀ», es un aspecto fundamental del discipulado. Y aunque es una de las nuevas palabras de moda en estos dĆas, no estoy seguro de que los que la usan siempre entiendan lo que la palabra significa exactamente. El Papa Francisco la ha utilizado muchas veces, sobre todo en sus declaraciones y escritos a los jóvenes. Por ejemplo, le oĆmos decir en Evangelii Gaudium (Ā«La alegrĆa del EvangelioĀ»): Ā«La Iglesia tendrĆ” que iniciar a todos -sacerdotes, religiosos y laicos- en este āarte del acompaƱamientoā que nos enseƱa a quitarnos las sandalias ante el suelo sagrado del otro. El ritmo de este acompaƱamiento debe ser constante y tranquilizador, reflejando nuestra cercanĆa y nuestra mirada compasiva que tambiĆ©n sana, libera y favorece el crecimiento en la vida cristianaĀ» [1].
La importancia de estar fĆsicamente presente.
Tuve una experiencia hace mucho tiempo, durante mi juventud soltera. Por aquel entonces, vivĆa con una familia con niƱos pequeƱos. Una noche, los padres intentaban acostar a su hijo de cinco aƱos. En lugar de irse a dormir, la niƱa no paraba de pedir todo tipo de Ā«necesidadesĀ»: un vaso de agua mĆ”s, un cuento mĆ”s, un abrazo y un beso mĆ”s, etcĆ©tera.
Me costó no reĆrme mientras su pobre padre se iba frustrando con sus sĆŗplicas. Finalmente, en un intento esperanzado y exasperado, el papĆ” cogió el crucifijo de la pared de la sala de estar y lo llevó a su habitación. Puso la cruz sobre su cama, rezó con ella y pidió a JesĆŗs que estuviera con ella de un modo especial y la ayudara a dormirse. Mis cejas se alzaron al ver la escena; pensĆ© que era una buena idea. Estaba tomando notas para mis eventuales dĆas de paternidad. Pero no estoy seguro de que ninguno de nosotros hubiera podido adivinar lo que ocurrirĆa a continuación. Tras casi 15 minutos de silencio, oĆmos algo en su habitación:
- «¿PapÔ?»
- «”¿Qué?!», respondió su padre.
- «Necesito a alguien con piel».
El valor del acompaƱamiento humano en la fe
A pesar de lo frustrante que fue la experiencia para sus padres, esa niƱa de cinco aƱos podrĆa haber dado una de las mejores definiciones de acompaƱamiento que jamĆ”s he oĆdo. La vida espiritual necesita acompaƱamiento humano precisamente porque no somos divinos. A pesar de todas las grandes riquezas de la verdad, las Escrituras, la doctrina y las creencias, sin otros seres humanos la mayorĆa de nosotros tendrĆamos dificultades para saber exactamente cómo poner en prĆ”ctica todas esas riquezas en nuestra vida cotidiana. Parte de ese acompaƱamiento puede ser Ā«virtualĀ» o indirecto, como cuando nos acompaƱan los santos, hombres y mujeres santos de cuyas vidas oĆmos hablar o cuyas palabras leemos. Pero una gran parte del acompaƱamiento tiene que ser personal y directo, es decir, de una persona real que camina a nuestro lado y nos muestra cómo vive la fe.
¿Qué es exactamente el acompañamiento?
El Centro de Apostolado Católico publicó un libro en 2019 llamado El arte del acompañamiento. Es un gran recurso para entender este tema y recomiendo encarecidamente su lectura. Algo que los autores dejan muy claro es que, en última instancia, es Dios quien acompaña:
A lo largo de la Sagrada Escritura, la relación se despliega como un espacio sagrado de amor, misión y transformación para Dios y su pueblo; el Antiguo y el Nuevo Testamento revelan que el Dios trinitario es un Dios que acompaƱa. Este modelo relacional se prefigura en el Antiguo Testamento a travĆ©s de la guĆa de Dios a su Pueblo Elegido, se manifiesta explĆcitamente en el Nuevo Testamento en el ministerio de JesĆŗs y continĆŗa bajo la inspiración del EspĆritu Santo tras la Ascensión de JesĆŗs. En el desarrollo de su plan para la humanidad, Dios se acerca a ella en el amor por medio del acompaƱamiento [2].
PodrĆamos incluso apuntar a temas de pedagogĆa divina para desgranar ese modelado de muchas maneras ricas y significativas. Sin embargo, como hemos visto, Dios a menudo emplea a otros Ā«con pielĀ» para promover su acompaƱamiento.
¿Qué significa para nosotros caminar con los demÔs como Dios ha caminado con nosotros?
El arte del acompaƱamiento ofrece una Ćŗtil lista de tĆ©rminos relacionados con el acompaƱamiento: el que acompaƱa, el acompaƱado, aprendizaje y aprendizaje, y discipulado misionero [3]. Los autores desarrollan las diversas dimensiones del acompaƱamiento: tutorĆa, testimonio, amistad espiritual, y maternidad y paternidad espirituales [4].
En los dos Ćŗltimos aƱos he tenido el privilegio de trabajar mĆ”s estrechamente con la Fellowship of Catholic University Students (FOCUS). Es inspirador estar rodeado de tantos jóvenes que arden por la evangelización y el discipulado. Los tĆ©rminos anteriores se desarrollan muy bien en su enfoque. El acompaƱamiento se entreteje en todos sus esfuerzos por llegar al tĆpico estudiante universitario. En el corazón de la visión de FOCUS estĆ” lo que ellos llaman los tres hĆ”bitos esenciales: intimidad divina, amistad autĆ©ntica, y claridad y convicción sobre la multiplicación espiritual [5]. FOCUS tambiĆ©n estĆ” empezando a conseguir tracción con el discipulado en las esferas diocesana y parroquial, ya que la nueva Parroquia FOCUS, una división de Lifelong Mission, ha surgido en los Ćŗltimos aƱos.
Retos prƔcticos del acompaƱamiento
El verdadero acompaƱamiento tambiĆ©n incorpora el aprendizaje y la tutorĆa. En su reciente libro Intentional Accompaniment: An Apprenticeship for a New Generation of Builders, Michael Hall lo explica asĆ:
El aprendizaje es un proceso que implica un alto nivel de formación en el puesto de trabajo que enseƱa las habilidades y conocimientos particulares necesarios para tener Ć©xito en ese oficio. Los artesanos experimentados invierten tiempo en enseƱar a la siguiente generación de trabajadores cualificados en su oficio a travĆ©s de la tutorĆa y la formación individualizadas. Invitan al aprendiz a unirse a ellos en su trabajo, compartiendo intencionadamente con ellos las habilidades, conocimientos y sabidurĆa que han adquirido a lo largo de su carrera[ 6].
El aprendizaje es exactamente lo que se nos invita a hacer como evangelistas y catequistas. El término se utiliza seis veces en el Directorio General para la Catequesis para describir el trabajo que hacemos ayudando a los nuevos creyentes y conversos a crecer en su fe. «¿Cómo formamos aprendices para la próxima generación de constructores? Lo hacemos a través del acompañamiento intencional» [7].
Tengo una amiga que lleva aƱos en el sector sanitario. A lo largo de la escuela de enfermerĆa y la posterior formación para su maestrĆa y para convertirse en enfermera practicante, una frase comĆŗn utilizada en su formación era Ā«enseƱar, mostrar, probar, hacerĀ». He encontrado este marco Ćŗtil para el discipulado y las relaciones de tutorĆa, en particular con los jóvenes. PodrĆa enseƱarles algĆŗn concepto o aspecto de la fe, y luego mostrarles cómo lo pongo en prĆ”ctica en mi vida. A continuación, les daba la oportunidad de intentarlo ellos mismos, mientras yo seguĆa cerca y podĆa ayudarles a ajustar su aplicación. Finalmente, eran capaces de hacerlo por sĆ mismos sin que yo les ayudara en absoluto. He visto este enfoque funcionar con todo, desde superar luchas con la lujuria y el pecado sexual hasta ayudar a alguien a aprender a orar.
Dificultades del acompaƱamiento
La tendencia a intentar arreglar las cosas. Nunca intentes ayudar a una oruga en su lucha por liberarse del capullo: la dejarĆ”s lisiada e impedirĆ”s que pueda volar. El acompaƱamiento requiere que la persona acompaƱada haga el trabajo pesado. Cuando intento hacer por alguien algo que puede hacer por sĆ mismo (incluidos mis hijos), suele ir mal. Puedo enseƱar aspectos de la fe y mostrar cómo la vivo, pero, en algĆŗn momento, ellos deben intentarlo por sĆ mismos. AcompaƱar es como vigilar a alguien al levantar pesas: el observador no debe levantar la barra, solo ayudar si es absolutamente necesario. A muchos nos cuesta contenernos, queremos intervenir y mostrar āla manera correctaā.
Otro reto es nuestra tendencia a dar muchos consejos sin escuchar realmente. Necesitamos buenos profesores, pero ¿ha habido alguna vez tanta abundancia de contenidos? No solo en las aulas, sino también en plataformas de streaming, podcasts, blogs y redes sociales. Conozco a muchos católicos cuya principal dificultad no es conocer la fe, sino ponerla en prÔctica en su vida diaria.
Por eso es tan importante un acompaƱamiento autĆ©ntico. En mi experiencia, lo que la mayorĆa necesita hoy es mĆ”s un coach que un profesor. En la esencia del coaching estĆ” saber quĆ© preguntas hacer y luego escuchar de verdad. Michael Hall llama a esto Ā«Escucha ProfĆ©ticaĀ»: una escucha profunda, asistida por el EspĆritu Santo, que va mĆ”s allĆ” de lo que se dice, llegando a la Ā«QBQĀ», la pregunta detrĆ”s de la pregunta. Hall da ejemplos de la vida real que ayudan a desarrollar el concepto en la prĆ”ctica.
La diferencia entre aceptación y afirmación en el acompañamiento
Por Ćŗltimo, muchos de los que recorren el camino del acompaƱamiento confunden a menudo aceptación con afirmación. Vivimos en una cultura divisiva, y la agenda progresista moderna no tolera la oposición. El Papa Benedicto XVI lo expresó bien con frases como Ā«una dictadura del relativismoĀ» y Ā«una nueva religión de la toleranciaĀ». Algunos piensan que, para permanecer en amistad, deben apoyar el sistema de creencias de alguien, independientemente de lo que crea. Esto es peligroso, ya que puede llevar a contradicciones con lo que la Iglesia enseƱa como verdad. El acompaƱamiento autĆ©ntico nunca necesita alejarse de la verdad. Dios no nos llama a ignorar lo que creemos para ser un autĆ©ntico amigo de alguien. Hacerlo significarĆa abandonar la autenticidad.
Como ejemplo, en el podcast Restore the Glory, el Dr. Bob Schuchts y Jake Khym presentaron a un invitado católico que habĆa salido del armario como homosexual y planeaba casarse con su pareja. Esta persona habĆa participado en muchas comunidades católicas, pero habĆa decidido seguir un estilo de vida secular gay. El Dr. Bob y Jake llevaron la conversación con cuidado, logrando que el invitado se sintiera aceptado y querido, pero tambiĆ©n dejando claro que no podĆan afirmar sus decisiones. Es un buen ejemplo de cómo mantener la autenticidad y evitar el relativismo en conversaciones delicadas. [8]
Conclusión
Vivimos tiempos desesperados. A veces es fĆ”cil desanimarse ante lo que parece una tarea demasiado abrumadora. Es posible que te preguntes: «¿Cómo puedo marcar una diferencia significativa?Ā». En su libro Making Missionary Disciples, Curtis Martin dedica toda una sección al hĆ”bito de Ā«claridad y convicción sobre la multiplicación espiritual.Ā» Destaca que el principio de la multiplicación espiritual «”ilustra maravillosamente el asombroso impacto potencial que una persona puede tener para cambiar el mundo!Ā» [9] ContinĆŗa diciendo: Ā«Dios desea profundamente que cada persona en cada generación llegue a conocer su amor y misericordia. Ćl modeló el mĆ©todo para hacerlo posible, y luego nos encargó que le imitĆ”ramos haciendo discĆpulos . . esta generación estĆ” esperando que nos convirtamos en lo que estamos destinados a ser. Todo el mundo en la tierra experimenta algĆŗn tipo de pobreza, y estĆ”n esperando ser atendidos por personas que han experimentado la enriquecedora realidad de la vida en CristoĀ» [10].
El acompaƱamiento autĆ©ntico nos permite mostrar el amor del Padre a quienes mĆ”s lo necesitan. Nos permite estar presentes, Ā«con la piel al aireĀ», ante la oveja perdida que Cristo busca. Y permite que el EspĆritu Santo actĆŗe a travĆ©s de las relaciones para profundizar en la fe y restaurar a los quebrantados. Caminemos con los demĆ”s para que todos podamos volver a casa juntos.
Autor: Jim Beckman. Director Ejecutivo de Impact Center, un apostolado dedicado al ministerio y al desarrollo del liderazgo en la Iglesia Católica.
[1]Ā Pope Francis,Ā Evangelii Gaudium, no. 169.
[2]Ā Colleen Campbell and Thomas Carani,Ā The Art of AccompanimentĀ (Washington, DC: Catholic Apostolate Center, 2019), 5.
[3]Ā Ibid., 11ā13.
[4]Ā Ibid., 14ā18.
[5]Ā Curtis Martin,Ā Making Missionary DisciplesĀ (Genesee, CO: FOCUS, 2018), 9.
[6]Ā Michael Hall,Ā Intentional Accompaniment: An Apprenticeship for a New Generation of BuildersĀ (Ottawa, ON, Canada: Catholic Christian Outreach, 2021), iv.
[7]Ā Ibid.
[8]Ā Bob Schuchts and Jake Kyhm, āEpisode 64: Same-Sex Attraction, Part 5, with Christopher Dowling,ā inĀ Restore the Glory, podcast,Ā Ā https://www.restoretheglorypodcast.com/episodes/64
[9]Ā Martin,Ā Missionary Disciples, 30.
[10]Ā Ibid., 31.
Este artĆculo apareció originalmente en las pĆ”ginas 80-87 de la edición impresa de Franciscan at Home
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Gracias, bellĆsimo texto, claro, profundo, iluminador y con eso una clara invitación a vivir con mayor plenitud este andar de continuo con Ā«el otroĀ» es decir Ā«caminar juntosĀ».