La familia Trigo nos pasa una experiencia interesante de devoción a la Virgen.
Este año hemos decidido vivir la Novena de una manera diferente: convocamos las condiciones por whatsapp y propusimos juntarnos por la noche para rezar el rosario juntos.
Dispusimos la imagen de la Virgen en un lugar principal, con una cestita para que cada miembro de la familia pusiera allí sus intenciones.
Las intenciones se escriben en papelitos que se cierran, para que los demás no puedan leerlas. Mi mujer no se fiaba mucho del resto y, para desbaratar el plan de los curiosos, grapó sus papeles.
Ha sido una manera familiar de vivir la Novena: todos hemos pedido a la Virgen por las intenciones de los demás.
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