Volver al blog
Mt 16,21-27 21.Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. 22.Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle...
Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.
Te imagino San José, vigilante por quienes leen estas líneas, almas empeñadas en saber más de las palabras y de las obras de tu hijo, el Hijo del Hombre, para darlo a conocer a la humanidad. San José, padre espiritual nuestro, bendice a los miembros de #BeCaT.
«Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.»
El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar.
El le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.»
En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña.
Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»